En mi primer viaje a Japón en 2009 ya visité el Fushimi Inari en Kyoto. Era la primera vez para mi compañero Javi y la verdad es que para mi, volver a verlo fue tan impresionante como la primera vez.
Llovía un poco, era al atardecer y las cigarras cantaban a grito pelado. No hice mejores fotografías de los tori, las puertas rojas, de las que ya hice en 2009 pero sí pude captar dos otras instantáneas.
Una de las fotografías es de la inmensa puerta roja que puedes ver al entrar en el recinto del templo, la otra es de la primera construcción con la que te encuentras tras atravesar esa puerta.
Es imposible no quedarse quieto, observando, fascinado con este sitio. Es místico, más místico cuanto más subes la montaña ya que seguramente no haya gente y estés tu solo con la naturaleza.
Esta es otra de las visitas imprescindibles si se visita la ciudad de Kyoto, para mi probablemente la más importante.
Impresionante. La puerta es magnífica en su sencillez <3
Sip 🙂
Estoy contigo que lo más especial del lugar es cuando empiezas a subir y subir, incontable el número de toris y que el camino se va bifurcando. Me quedé con ganas de llegar hasta la cima pero se me estaba haciendo de noche y era mejor regresar, pero una visita que marcó el principio de mi estancia en Kyoto.
Ostras, la cima son varias horas de caminar, no? Creo que esta vez subí más que en la primera visita. Parece que no termina nunca 🙂
Si es que hay cima, porque a lo mejor simplemente va serpeteando por la montaña. Me quedé con la intriga, más y más toris, es increíble.
La primera me gusta mucho, el encuadre diferente de lo que estamos acostumbrados a ver.
¡Gracias Oscar!
Yo no lo pude ver ni en 2006 ni en 2009… pero en 2015 me resarciré 😛
Wait, vuelves a Japón este año? 😀