Volviendo a Tokio – Viaje Japón 2023


En este último día por tierras niponas el plan era volver hasta Tokio, pensaba que era más rápido pero al final resultó en 4 horas en el tren bala desde Okayama.

Intenté reservar un asiento en la ventana izquierda (el lado por donde se ve el monte Fuji) cuando subes de Kyoto dirección Tokio. Me tuve que conformar con reservar asiento en pasillo.

¿Habría suerte de ver la impresionante montaña?

Llegó el punto del viaje cuando la montaña estaba más cerca y de repente… apareció. El maldito acompañante de mi lado había incluso bajado la cortina de la ventanilla por el sol. ¡Será truhán! Le importaba un bledo ver el monte 😠 En ese momento usé el multi-uso “sumimasen” para pedir disculpas e indicarle que subiera la cortina.

Imponente y maravilloso pero no quise molestar más haciendo fotos por delante de su cara. Mientras contemplaba con admiración desde el rabillo del ojo vi que en los asientos de atrás mío no había nadie. ¡Cáspitas! Me cambié a toda velocidad y saqué el móvil. Para entonces las nubes se pusieron de por medio y solo una silueta suave pudo ser capturada. Aunque no tengo instantánea al menos lo tendré en mi memoria 👴 Debí haber estado más atento y moverme de asiento con más antelación sabiendo que no había más paradas en ese tramo.

La llegada a Tokyo fue suave aunque con un calor digno de verano, que horror. Me pasé por Odaiba a ver el Gundam de tamaño gigantesco, volví a Akihabara a ver si encontraba alguna camiseta o algo chulo (no hubo suerte) y cerré la noche visitando la imponente Torre de Tokio. Me sobraban yenes así que para que me timaran en el cambio a euros los gasté con la entrada subiendo a la torre. A la primera parada a unos respetables 150 metros. La parte más alta valía más del doble, como 20€. No hace falta. 

El viaje está a punto de acabar, pero antes de volver a Barcelona me falta una noche más en una de las ciudades más increíbles del mundo… Seúl.


3 comentarios
Helena

Que gran el robot!!!

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