Esta es una de esas historias que te hacen recordar lo buenos que son estos viajes.
Después de comer en Copenhague fuimos a tomar un helado. Bueno, fueron pasteles y café helado 😉
Entramos en una heladería de lo más acogedora.
Fuera, en la entrada, una barra para comprar helados sin tener que entrar dentro. Y en el local una decoración antigua muy bien lograda.
Nos presentaron al dueño, quien nos contó algo de historia sobre la pastelería.
Lo más curioso fue cuando dije «Me gustaría hacer una fotografía con alguien comprando en la barra«.
Dicho y hecho, nuestro guía, le pidió la madre de un niño si le importaría posar para la foto. Como había dicho, en la barra, pidiendo un helado. Que además, esa barra, tenía un peldaño para niños.
Mientras todos me miraban yo hice las fotografías, me sentí como un profesional 😀
Hay Copenhague… más historias pronto 😉
Jajaja… la última foto parece que el niño es un zombie y está postrado delante de la barra diciendo (con voz ronca): helaaaadooooo, helaaaaadoooo…
La mejor para mí es la tercera comenzando por abajo OK
Pues que buen efecto he conseguido ^^U
Saludos! :wave:
Es por lo que no mola hacerle fotos a la gente cuando lo saben, normalmente no son naturales.
Muy wapas las fotos, la primera la mejor con todos los dulces en primera plana.
Un saludo
Muy cierto Alberto 😉
En las fotos dónde se ve la heladeria desde fuera distrae un poco los reflejos del cristal, quizás desde otro ángulo o con algún filtro polarizador para minimizar los efectos… :npi:
Por cierto ¿cómo conseguisteis que os presentaran al dueño del local?
Eso a mí siempre se me ha dado fatal y sin embargo es una buena habilidad para todo fotógrafo que se precie, saber conectar con la gente.
Un saludo,
Tienes razón, un filtro polarizador hubiera mejorado la fotografía OK
Bueno, nuestro guía creo que ya le conocía de antes 🙂
Un saludo
Madre mía que pinta tiene todo. La heladería es monísima. Y que buena idea el escalón para niños
Sabía que te gustaría 😉
Ah y está todo al alcance de la mano. Se nota que no hay hurtos. Que gusto. Aquí cada día hay más chorizos.
Con lo poco goloso que soy, disfrutaría en ese sitio como un niño. El sitio perfecto para disfrutar de una tarde de relax y acompañado de un buen dulcito con un café. Uisss, que hambre.. si ya me toca cenar en un rato 😀 igual luego cae un postrito
Con lo que me gusta todo lo dulce…y no tengo nada más de dulce en casa que el paquete de azúcar…Buenas fotos.Pero el crío parece que esta a punto de atracar a la tienda 🙂
Igual lo hizo, cuando nos fuimos 😛
Saludos :wave:
Creo que si yo hubiera estado ahi, habría ganado unos cuantos kilos con tanta delicia!!
Saluditos 😀