Un arroyo en el centro de Seúl es algo bien curioso. En mitad de rascacielos puedes pasear por su sendero. Digamos que queda bajo el nivel de calle, así que puede parecer que no estás en Seúl por unos instantes.
Sin duda mucho mejor que no tener nada, estas ciudades necesitan zonas públicas para desconectar y vegetación en un intento para el aire sea menos contaminado.
A pie de calle, una vez has avanzado un rato, encuentras una zona llena de tiendas diminutas como si fuera una ferretería gigante. Venden todo lo que te puedas imaginar para hacer de manitas, de carpintero, fontanero… Una zona muy fotográfica, sin duda.
Mejor que mis palabras, aquí tienes algunas fotografías.
Me enloquece ver esos engranajes helicoidales con sistema de reduccion con los cuales trabaje casi medio siglo repartidos entre Alemania y Australia, me sorprende la sencillez del lugar que ocupan, prueba de ser un pais avanzadisimo en metalurgia seria,es la primera vez en mi vida que veo los engranajes en tierra ocupando una tiendas tan simples. Las tiendas tan abarrotadas de metals no las he podido ver en ninguna parte del mundo; sorprendentemente vi fresadoras, tornos y resto de maquinarias-herramientas sin asfalcar en el suelo (Kowloon,Hong-Kong mediados 70)
No se si esas tiendas tendrán un publico profesional o será para más para el consumidor aficionado.
Pues está bien solucionado.
Es bárbaro, se ven motores y todo. Son ferreterias + chatarrerias. Bien aprovechado el espacio 😉
Las fotos son muy chulas
Gracias Helena 😉