Las Vegas: una artificial primera impresión


Parece mentira que aún no te haya hablado de la tercera y última gran ciudad que visitamos en nuestro Viaje a California.

Haremos un pequeño salto en el tiempo. Imagínate que hemos dejado San Francisco, hemos conducido hacia el sur, pasado unos días en Los Angeles y luego cruzado al estado de Nevada.

La experiencia empezó por el simple hecho de conducir hasta Las Vegas. Atravesar ese desierto estéril, de carreteras infinitas es 100% de película. Te confesaré que me esperaba una carretera de doble sentido, estrecha y vieja. En realidad fue todo lo contrario, estamos hablando de una autovía grande, ancha y muy bien asfaltada. Para esas carreteras más auténticas tuvimos que meternos en Arizona, eso te lo cuento otro día 😉

Como de la nada, de repente, Las Vegas apareció ante nosotros. De lejos impresionaba pero no como para arrancarme un «wow». El wow me lo arrancó al llegar al centro, al Strip, la calle principal de la zona moderna.
Me dio la inmediata sensación de encogerme, nos hacíamos pequeños a cada segundo. Hoteles altísimos, grandes y pomposos. Era por la tarde, de día, por lo que de luces y neones en ese momento nada de nada.

Llegamos al hotel y solo te diré que había un edificio exclusivo para aparcar los coches. Si no me equivoco el edificio era compartido entre algún hotel más. Curiosamente puedes entrar y aparcar el coche sin tener que dar ninguna explicación o coger ticket, completamente gratis.
Dejamos el coche en ese edificio y nos dirigimos cargados con las maletas (y muletas) hasta el otro edificio (supuestamente nuestro hotel). Un laberinto de pasillos subterráneos, galerías, restaurantes y bares nos dificultó (y mucho) el encontrar nuestro hotel. Llegamos a tal punto que dije: «basta, quédate aquí con las maletas y me voy a investigar a ver si encuentro nuestro maldito hotel».

Finalmente tras preguntar un par de veces (la primera me mintieron) encontré la recepción. Tan cansado estaba que le enseñé la reserva a la chica para cerciorarme de que esta en el lugar correcto.

¿Quien se iba a imaginar que para llegar a la recepción había que atravesar el casino? ¡Cargados con las maletas!

Más tarde comprendimos que solo la plebe que no quiere/puede pagar aparcacoches tiene que hacer toda esa milonga. Si tienes dinero puedes simplemente presentarte en la puerta del hotel y darle la propina al aparcacoches que muy amablemente se encargará de tu vehículo.

Me ahorraré explicarte cuántas plantas, ascensores y habitaciones tenía ese hotel, asombroso.

Se hizo de noche y teníamos dos cosas en mente:

1) Ver el espectáculo de luces y música del hotel Bellagio.

2) Cenar algo digno de la inigualable Las Vegas.

Dicho y hecho buscamos por Internet (un Internet que es de pago en el 99% de los hoteles de Las Vegas. De pago salvo en las zonas comunes, aunque a veces ni eso) un sitio donde cenar. Encontramos un local a un par de calles. Por «un par de calles» quiere decir una pedazo de manzana, como 4 en Barcelona.
Ese sitio, como no, era un casino. Aquí los casinos tienen de todo, de todo para que nunca tengas que irte. Mira si es brutal que cuando estás dentro del casino no tienes forma de saber que día o hora es. Siempre con la luz artificial (no puedes ver la calle), la temperatura del aire acondicionado perfecta y locales para comer allí mismo.

El restaurante de ese casino tenía las famosas costillas (ribs). Estaba decidido: camarero, dos raciones de costillas bañadas en salsa barbacoa por favor.

¿Te has preguntado alguna vez a que sabe el cielo?

Esas costillas sabían a eso. Virgen santa… que cosa más deliciosa. Estaba tan bueno que me atreveré a ponerlas al mismo nivel que una pizza pepperoni. Sí, realmente excelentes. Y bueno, después de verlo en tantas películas y series no me defraudó. Además, para rematar, creo recordar que esa bandeja de costillas, dos mazorcas, ensalada y pan, costaba tan solo 12$. Ver para creer.

En lo que al espectáculo de luces se refiere estuvo normal. Es algo que repiten cada 15 o 30 minutos y bueno, algo diferente a como me lo habían enseñado en las películas o en CSI Las Vegas. El hecho de que en estas series suelan hacer planos desde helicópteros no ayuda.

Bueno, y qué más?

¡Mucho más! Esto solo ha sido el primer día. Un primer día que incluso dio tiempo para jugar a las maquinas tragaperras. Es alucinante ver a gente poner y poner dinero en estas máquinas. Maquinas que por cierto ahora son muy aburridas.

¿Te suena lo típico de ir tirando monedas a la máquina?

Pues siento decirte que ya no funcionan así. Te permiten poner billetes directamente en la máquina, entonces cuando quieres sacarlo le das a un botón. Este botón imprime un papel con un código de barras que te da opción a dos cosas:

1) Meterlo en otra máquina para seguir jugando.

2) Ir a la máquina de «cobro» para cambiar el papelito por dinero.

Esa parte de Las Vegas ha perdido el encanto, me hubiera gustado ver las antiguas y famosas máquinas tragaperras 😉

Carreteras Nevada USA

Carreteras Nevada USA-2

Carreteras Nevada USA-3

Las Vegas de noche

Las Vegas de noche-2

Las Vegas de noche-8

Las Vegas de noche-5

Las Vegas de noche-6

Las Vegas de noche-7

Las Vegas de noche-4

Las Vegas de noche-3

Casino Las Vegas-2

Casino Las Vegas

Casino Las Vegas Tragaperras-2

Casino Las Vegas Tragaperras-3

Casino Las Vegas Tragaperras

Ribs Las Vegas


9 comentarios

Hola:
Entonces si son de deveritas esos cielos y carreteras, siempre imaginaba que eran retocados en post producción y lo de los tragamonedas no me ha llamado nunca la atención esos sitios, aunque una vez me pidieron hacer fotos con colores y un amigo se le dio por tomar y lo agarraron los de seguridad T_T.

Por otro lado tienes una forma muy graciosa cuando hablas de comida jajaja me haces reír. Aunque veo ese maíz y lo comparo a los que se cosecha en mi país y las de tu foto tienen una pinta a transgenicas.

Saludos.

    jaja, disfruto con esa clase de comida, de ahí que lo escriba así 😀

    Sobre las mazorcas, ya parecen mutantes. Aunque no te dejes engañar estaban ahí para abultar. Lo que realmente importa de ese plato es la carne jijiji

    Un saludo !

Helena

Que chulas las fotos del desierto. Me encanta la del retrovisor en color.
Lo de las Vegas me parece peor que el infierno de Dante 😀
Las mazorcas deben estar partidas en dos. El plato es la bomba de calorías. Esta vez no se me hace la boca agua.

Sin City… Las costillas me encantan , aunque supongo que las de aquí no serán como las autenticas, de plastico o no, me chiflan!

Las Vegas sólo pueden visitarse, ni imaginarse ni imitarse… son únicas. Un sitio así sólo puede entenderse si se visita, la sensación es indescriptible.

si que es cierto que le falta ese toque de nostalgia de las moneditas cayendo…

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