La isla de Hokkaido al norte de Japón es un lugar de contrastes. Conduciendo por la costa podías empezar a subir la carretera y en pocos minutos estar en medio de una increíble niebla, imposible ver más allá de 10 metros.
Conducimos por carreteras sin saber muy bien a donde conducían. Una de ellas, a lo que parecía llevar al fin del mundo, nos condujo a una zona pesquera. Allí había unos baños termales naturales en la misma playa. Hacía frío (estando en pleno Agosto) pero Javi, muy valiente, se atrevió a meterse. Yo me quedé en el coche acobardado. No me imagino las temperaturas que habrá por allí en invierno.
Pasamos por pueblos muy remotos, en uno de ellos paramos para comer. En ese mini pueblo entramos en un restaurante a comer una hamburguesa. El cocinero era norteamericano, sorprendente ver a alguien de tan lejos en un lugar tan poco accesible.
En otra ocasión paramos en mitad de la nada para vaciar el depósito y de paso aprovechar para retomar fuerzas. Es muy difícil resistirse a probar bebidas conocidas pero de extraños sabores. El refresco con sabor a uvas no llega por estos lares.
Hokkaido nos dejó impresionados.
Que bonito!
Pocos turistas, no?
Poquísimos y los que había parecían japoneses 🙂
Que buena pinta tiene la comida, y a estas horas más
Las fotos se acercan a la fria-soledad de Rusia bastante solitario y lo bebible y comible lo noto algo sospechoso para un estomago latinocomo el mio,menos mal que aqui en Sydney las comidas son bastante del mediterraneo. >-I
Pues no lo se, nunca he estado en Rusia 😃 ✈️
¿Hay platos típicos australianos? ¿Cuáles son? 🍝
Esta vez echamos de menos salirnos un poco de las rutas habituales
También es comprensible viajando con hijos Pau. Para ellos quizás la isla hubiera sido más aburrida.