Nunca me ha gustado beber de fuentes públicas.
Digamos que siempre me ha dado un poco de asco, y más de las que el chorro está por debajo.
Primero porque el agua de Barcelona es todo menos agua y segundo porque vete a saber tu quien o que ha babeado ese surtidor.
Aquí va la captura de un hombre recargando líquidos tras hacer ejercicio.
Por no hablar de los que las usan para que beban sus perros…
Me gusta la dureza de la luz y el alto contraste, quizá podrías haberla enfatizado más en horizontal y sin cortar las sombras… 😉
No hubo oportunidad de hacerla horizontal, todo pasó en un segundo. Suerte que tenía medida la luz de otra foto un rato antes :foto: