La ciudad de Kyoto es fascinante, y no solo por sus templos.
Cuando alguien te habla de esta enigmática urbe te contará que tiene más de mil templos, jardines asombrosos y casco antiguo muy tradicional. Lo sé porque eso me habían dicho ya en mi primer viaje en 2009, aunque esta vez cinco años más tarde la visita ha sido muy distinta. Por cierto, vimos geishas, pero eso te lo cuento otro día 😉
Japón tiene una cultura gastronómica muy fuerte. Las ciudades están repletas de restaurantes, de todo tipo, a todas horas. Es sin duda la excepción a las reglas que advierten: con la cantidad disminuye la calidad. A diferencia de otros sitios la calidad de cada establecimiento, por pequeño que sea, puede ser sorprendente. Hoy no te lo podré explicar todo pero nuestra aventura japonesa nos llevó a las más auténticas tascas, tan pequeñas que en la barra solo cabíamos cuatro personas. Y aún con ese reducido espacio probablemente comimos mejor que en el más caro y espacioso de los restaurantes.
La estación de Kyoto
Si vas a Kyoto lo más seguro es que pases por la estación de Kyoto, esta es el punto de partida de los trenes de alta velocidad (shinkansen) por ejemplo. Lo más sorprendente sin embargo es que la estación cuenta on 11 plantas. Arriba del todo tienes plantas plantas enteras dedicadas a la restauración. Para nuestro asombro, fue ahí, donde comimos un tonkatsu de infarto.
Tonkatsu, un rebozado único
El tonkatsu es una chuleta de cerdo empanada y frita. Así de simple.
¿Qué lo hace tan increíble?
El rebozado es algo tan especial que es difícil de describir. Lo acompaña una sopa, arroz, col y dependiendo del menú quizás un langostino o tempura de verduras.
Las fotos de abajo son de un restaurante en la estación de Kyoto, costando unos 1300 yenes (11€). Un menú de solo cerdo y otro de cerdo con langostino (manteniendo siempre la col, arroz, sopa y verduras).
Solo te diré estaba tan bueno que fuimos a comer dos días seguidos.
Esa última foto es como mágica, casi invitando a que le de un mordisco a la pantalla. Fantástico!
Gracias Javier, una lástima que no se pueda captar el «sabor» con las fotografías. Ese cerdo hay que probarlo 😛 <3
Pese al calor, veo que disfrutaste de otras cosas de Japón 😀
Por supuesto, sufrimos bastate con el calor pero con la comida disfrutamos mucho 😉
Yummy 😆 Me encantan los rebozados crujientes
Son como virutas. Que hambre tengo…
Estoy deacuerdo con Javier! Impresionante
Lo único malo era el te frío que te servían. Y puede que no fuera malo pero no nos gustó nada, super amargo 😛
Que buena pinta, por dios. El rebozado se llama «panko» y por barcelona hay sitios donde venden (por si te entran ganas de rememorar Japon xD)
Oh, y será fácil de preparar digamos… con una pechuga rebozada?
El tonkatsu me encanta!!! Si vas por Nagasaki ve a un restaurante que se llama Hamakatsu…. de lo mejor!!!
El te debió ser mugicha, a mi me gusta!!
Que bien se lo pasaron, cierto!!
Uf, tardaré a volver a Japón pero sin duda el sur sería el destino a visitar 🙂
Las fotos son tan buenas que casi son una crueldad mirarlas antes del almuerzo…
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Me caes mal, casí >:D (o es para variar la envidia
hehe me pasa lo mismo Amelia, yo mismo recordando las fotografías me entran muchas ganas de coger un avión y volver a Kyoto 😀