Volver a Corea del Sur y concretamente a Seúl después de 2 años iba a estar, inevitablemente, lleno de reencuentros.
Primero, y como te comente el otro día, con esos platos de comida que aún encontrándolos en Barcelona y siendo bastante parecidos no llegan al mismo nivel.
Luego también en zonas que ya habíamos visitado, esta vez paseando con muchísima calma, sin itinerarios a contrarreloj y realmente disfrutando de las calles. Concretamente la zona de Insa-dong donde fuimos a hacernos un sello. En Corea se usa un sello para firmar documentos y es un souvenir bastante habitual. Para nosotros, no tanto un souvenir, como una herramienta para firmar los exámenes de Haidong Gumdo. No es obligatorio pero el diploma que entregamos al alumno tras aprobar el examen queda mucho más bonito.
Te muestro también una foto del zulo donde nos alojamos los primeros días. Un hostal de precio económico pero demasiado pequeño. El lavabo era la ducha. Quiero decir, para optimizar el espacio tenían la alcachofa por donde sale el agua cerca de donde te lavas las manos. Al ducharte mojas todo, aunque ya cuentan con ello y tienen puertas correderas junto con chancletas de baño. Para que cuando vayas a usar el retrete no te mojes los pies con el agua residual que aún no se ha secado. Lo experimenté también en 2015 me sigo quedando con el hotel estilo occidental.
Recomendación: no seas agarrado con los alojamientos y destina algo más de tu presupuesto para el viaje en ello. Aunque sea solo para dormir es importante que sea cómodo para recuperar energía y estar listo para la aventura al día siguiente.
Volvimos también a ver al rey inventor del alfabeto, el almirante del submarino y el famoso palacio.
Finalmente nos reencontramos con mi amigo Minki, quien conocí hace años en Barcelona y con quien me he reencontrando en las 2 veces que he visitado Corea del Sur. Una cena corta pero aún así genial. Ah, la cosa hirviendo con verduras que ves en la fotografía es ternera. Deliciosa.
Que bonitta la calle del restaurante, empedrada. El sello es precioso, muy estético. La comida espectacular. Y los templos. En fin todo 🙂
La calle del restaurante es zona turísitca, aún así el precio es correcto como en otras zonas. A diferencia de Barcelona, por ejemplo, donde la zona turística es más cara que otras 🙁
No me importaría regresar, la verdad, ya ha pasado un lustro desde que estuvimos por allí. Además, cada vez me gusta más redescubrir lugares en lo que he estado antes sin la presión de ver los típicos monumentos 😀
Yes! Exactamente mis sensaciones, sin presión de «tener» que visitar sitios 🙂
Y nuestra visita que aún fue más lejana por allá a finales de 2009. Lo más probable que sea con las niñas cuando estén un poco más creciditas, o a no ser que nos pudieramos pegar una escapada mi mujer y yo jaja. Guardo muy buenos recuerdos de la visita, y también que hacía algo de frío, hasta nos nevó 🙂
Con nieve molaría, quizás mejor que con el calor aplastante de Julio.
Aunque debo decir que sufrí menos que la primera vez, como llovió, era húmedo pero no abrasante 😀