Beijing – sobreviviendo en la capital de China


Entré en China con el pie izquierdo.

En el avión de Amsterdam a Beijing, recuerdo que me senté en el asiento y pensé «hehe imagínate que ahora no funcionan los auriculares».

Ya te lo puedes imaginar, el conector de los auriculares funcionaba a medias así que tuve audio por tan solo una oreja. Nada mal para un vuelo de 9 horas. Sí, podía haberme quejado pero viendo que estaba todo lleno y que realmente lo que quería era dormir, no le di demasiada importancia.

Al aterrizar volví a pensar «a ver si me pasa como en Portugal y tampoco me vienen a buscar». A modo de flashback, cuando fuimos a Estoril nos tenían que ir a recoger al aeropuerto. Acabamos cogiendo un taxi sucidida hasta el hotel y pagando un dineral, que luego nos abonaron.

La historia en Pekín acabó igual. Primero ingenuo de mi encendí el teléfono para darme cuenta de que simplemente no había señal. Creía que sería como dentro de la EU, que puedes conectarte a una red del país en el que estás inmediatamente. En mi caso hasta muy entrado el viaje mi teléfono no se podía «conectar» a ninguna red China.

En fin, que intenté usar una cabina. Resulta que estas funcionaban con tarjetas de prepago que intenté comprar en la tienda de al lado, aunque tras mis buenos intentos y explicación en inglés la dependienta no me entendía. Vale, trabajas en la terminal de llegadas de un aeropuerto internacional pero no sabes decir una palabra en inglés?

Después de esperar un buen rato sin ver a nadie sujetando un cartel con mi nombre decidí coger un taxi. Salí fuera y la típica hilera de taxis esperaba clientes. El taxi que me tocó era vehículo viejo, viejo como el coche de me abuelo para que te hagas una idea. El taxista tuvo problemas para entender al hotel que quería ir, y eso que tenía impreso en un papel junto con la dirección. Más tarde aprendí muchas personas no entienden el alfabeto occidental, comprensible. Así que si el nombre del hotel o dirección no se lo enseñas en caracteres… estás apañado.

Nota mental: documentate bien de lo que cuestan las cosas antes viajar a un país.

Respuesta mental: no me imaginaba que tendría que coger un taxi pues teóricamente debía haber alguien esperándome.

El hombre, que me iba hablando en chino, me ofreció cigarrillos mientras adelantaba el atasco de la autopista por el arcén. Según parece las líneas blancas pintadas en el suelo no tenían significado para él.

Al cabo de un rato llegamos al hotel o eso me hizo entender. Él, que no se digno a dejarme en la puerta, me enseñó una hoja con las «tarifas» de viaje. Tarifas que supongo imprimió él en su casa para engañar a los amables turistas que visitan su país.

Resulta que esas tarifas eran 4 veces más caras de lo que debían ser, de lo que realmente me hubiera costado si el taxi hubiera tenido taxímetro. Si bien yo sabía que en los mercadillos y puestos se debe regatear, jamás pensé que también debía hacerlo en un taxi. Como puedes imaginarte me timo de lo lindo.

Bajé del taxi y lo primero que vi fue el rótulo del hotel, que estaba incompleto aún siendo de 5*. La cosa prometía.

Aun con miedo de que ese pudiera no ser el hotel, el check-in no supuso ningún problema, por fin algo de buena suerte.

Subí a la habitación y llamé a la agencia de viajes en Beijing para dar señales de vida. Cuando el hombre que descolgó me preguntó como había hecho para llegar al hotel le conté mi pequeña aventura. Casi, casi le da un infarto. Su voz salía disparada del auricular indignado ante la infame estafa de la que había sido yo víctima.

Rato más tarde una chica de la agencia llegó al hotel para explicarme a que hora se empezaba al día siguiente. Por suerte para mi me abonaron el coste del viajecito en taxi.

Finalmente estaba todo listo, me encontraba en Pekín cámara en mano para salir a descubrir la ciudad.

Ingenuo de mi, el jetlag me hizo volver al hotel a las pocas horas 😉

Hotel Sheraton Beijing

Arroz en cubo

Beijing desde el Hotel Sheraton

Transportista en Beijing


20 comentarios

🙂 La aventura… menos mal que esta parte terminó bien… Menuda pintaza tiene el arroz!.

    Sí, podían no haberme dado nada ya que no creas que el taxista me dio ningún recibo. ¿Recibo de qué? :S

    Yeah, el arroz. Era un cubo de arroz con una salsa y un poquito de carne. ¡Pero era enorme! Costó 2€ y no pude ni llegar a la mitad (en parte por el jetlag…)

    Un saludo ! :wave:

Helena

Que sinvergüenza. Si hay una cosa que me saca de quicio es la gente estafadora. Imagínate el negocio, no declara nada y encima cobra 4 veces más. En un viaje se saca lo que otros trabajando honradamente todo el día. Además seguro que le pareció de lo más correcto. Pensaría que a un guiri «millonario» no le vendrá de eso. No ves que en occidente todos somos como Donald Trump.
Y el tio del triciclo? eso es Pekin?

Vaya, mala suerte al principio, pero seguro que tu experiencia ayuda a muchos viajeros.

    Espero que sí. Imagino que si todos los turistas estuvieran al corriente al final dejarían de intentar timar pues nadie caería.

    Lástima que este blog lo lea tan poca gente 😀

Alberto A

Que podemos hacer nosotros si te cobran más. Si resulta que vivimos en el país de la picaresca por ontonomasia, vergüenza ajena nos tenía que dar si no vemos primero nuestro sistema de algunos colectivos, (tampoco son todos iguales o corruptos, pero siempre se les mete en el mismo saco), si seguro que a todos nosotros en nuestra propia ciudad, provincia nos han intentado cobrar más por algún servicio. No vayamos a Burgos ahora a los chinos a echar toda la culpa, veniros

    Alberto, perdona, pero en Barcelona el taxista no te va a cobrar más si eres turista :S

    Ni tampoco bares o restaurantes. Jamás se me ocurriría mostrar una carta «para turistas» si tuviera un restaurante. Nos pasó en China, os lo cuento otro día.

    Un saludo

Alberto A

Veniros a Burgos, Madrid barajas o Prat Barcelona y decirme eso

Alberto A

Lo mejor de todo el viaje y la envidia sana que me das, y que gracia el que te esperaba, haber si tenia algo que ver con el taxista que te llevó al hotel.
Un abrazo

    No creo que el hombre que atendió el teléfono tuviera nada que ver con el taxista. Más que nada porque fueron ellos quienes me abonaron el coste del trayecto.

    Un saludo !

¡Impresionante! Primer timo a la ¿Media hora? de llegar… :O

El jetlag siempre haciendo de las suyas… 🙁

Amelia

ouch
Había escuchado buenos comentarios de la cadena de hoteles Sheraton… pero a los heraton no hay que recomendarlos.
El conductor del triciclo que valiente, o digamos, no se si es la palabra apropiada.
Hay toda clase de personas en todas partes pero cuando no hay control del país es mucho peor. Será que en Lima eso de las estafas son pan de cada y cuando faltan turistas entonces se conforman con los locales?… no hay derecho. :ninja:
Pero finalmente el que pierde es el país, igual que bueno que las cosas mejoraron en adelante. OK

    El conductor tenía mucha fe en los cables que sujetaban la carga 😀

    ¿En lima timan a los locales? Me imagino que vosotros ya os sabréis los timos y los podéis evitar, no?

    Un saludo :wave:

WELCOMED to CHINA!!!

(eso de engañar como a un chino es TOTALMENTE mentira, es mas engañado como POR un chino)

Todos caemos al principio, pero luego aprendemos la lección. Aunque vayamos prevenidos, siempre son hábiles para intentar salirse con la suya. Por suerte que llegaste bien y el importe del taxi lo recuperaste.

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